Derribar paradigmas para lograr “el viaje del productor latinoamericano” hacia marketplaces internacionales

El mundo está cada día más globalizado y conectado entre los distintos países y continentes. Ante la globalización, el ejercicio de la exportación y ventas onlineson cada vez más comunes y frecuentes, representando una gran oportunidad de crecimiento para cientos de proveedores y compradores.

derribar_paradigmasA pesar de lo anterior, aún existe un paradigma importante respecto a cómo empresas latinoamericanas pueden transar sus productos en marketplaces globales, principalmente en los de Norte América, Europa y Asia (mercados más desarrollados en ventas online). A diario nos toca ver a micro y pequeños empresarios con productos de alto potencial, pero que no tienen dentro de sus prioridades alcanzar mercados internacionales, ni mucho menos pensar en llegar a ellos a través de canales digitales. 

Sin embargo, este patrón no responde a que somos una región que no está dispuesta a arriesgarse, que no cree en sus productos o que no tenga una propuesta de valor interesante. La respuesta es simplemente desconocimiento. El desconocimiento nos lleva a la desconfianza en estos canales, y la desconfianza es el peor enemigo de un emprendedor, porque lo paraliza. Este desconocimiento apunta necesariamente a que existe un concepto errado de que alcanzar mercados internacionales mediante ventas online es única y exclusivamente para grandes empresas. Ese es el error garrafal que vemos constantemente y que nos hemos esforzado en cambiar, en romper ese paradigma.

Los productores de distintas industrias y categorías deben primero entender en qué consiste “el viaje del productor”, lo que simplemente corresponde a las seis etapas secuenciales que deben recorrer para alcanzar este objetivo y comercializar sus productos en plataformas globales como Amazon, eBay, Rakuten, Alibaba, entre otros. De manera simplificada, este viaje debe partir (1) por preparar el producto para los mercados a los que se apunta (regulaciones, packaging, certificaciones, etc.). Luego (2), analizar el mercado de destino mediante un levantamiento de información para entender a qué nos enfrentaremos. Los pasos siguientes consisten en publicar los productos en las distintas plataformas (3), planificar la logística de manera eficiente (4), promocionar los productos usando las herramientas de marketing digital que nos ofrecen los marketplaces (5) y finalmente crear una metodología de mejora continua (6). ¿Difícil? Claro que lo es, pero eso no lo hace inalcanzable. En este punto es donde se deben fortalecer las alianzas público-privadas, ya varios países lo están haciendo, pero aún no es suficiente. Si queremos apuntar a actuar como países desarrollados y diversificar nuestra matriz exportadora, debemos crear políticas públicas que apunten directamente a esto. 

Lo anterior no es solo un capricho, la venta online ha tenido un crecimiento exponencial en el mundo durante los últimos años, incluso antes de la aparición del Covid-19 venía mostrando tasas de crecimiento sostenido de un 20% anual promedio desde el año 2011, mientras que el canal tradicional (venta offline) crece a tasas de sólo un 2%, y en algunos casos decrece. Hoy, con la pandemia y gran parte de la población mundial confinada, el e-commerce ha crecido a tasas nunca antes vistas. En EEUU, los especialistas indican que en los últimos 12 meses, el e-commerce en Norteamérica ha crecido el equivalente a 10 años.

Hace un año, los consumidores de todo el mundo se enfrentan a diversas cuarentenas y cierres de empresas debido a la pandemia, esto provocó un aumento en los usuarios en Internet, quienes  comenzaron a utilizar y recurrir constantemente al comercio en plataformas digitales para adquirir bienes básicos, hasta hacerlo un hábito dentro de los hogares.

Entonces sumémonos, rompamos esos paradigmas, potenciemos a nuestras mipymes y el valor agregado, solo así lograremos que ese “viaje del productor” sea un viaje al alcance de todos.

Diciembre 28, 2021

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